El Pabellón de España en la Bienal de Venecia nos dio la oportunidad de exponer una parte del trabajo y de la reflexión en torno a la arquitectura que habíamos venido realizando en los últimos años. Bajo el título SPAINLAB se buscaba, no tanto mostrar proyectos u obras, como desvelar, en cierto modo, la cocina interna de nuestro estudio, para mostrar el mundo propio y nuestra manera de hacer y de pensar.
Nuestra intervención surge de establecer una mirada -un mirar hacia atrás- y suscitar una reflexión sobre una de las líneas de trabajo en las que hemos profundizado a lo largo de nuestra trayectoria como arquitectos: el trabajo que hemos desarrollado durante los últimos doce años en torno a los pliegues y a su transformación y utilización dentro del ámbito arquitectónico, con los medios propios de la arquitectura.
Este planteamiento nos ha permitido sintetizar el proceso por el cual el pliegue como gesto unitario ha ido cobrando voluminosidad, forma y espacialidad; el modo en que se han ido estableciendo su materialidad, su escala o su propia tectónica; o se han ido incorporado y superponiendo variables concretas como la relación con el paisaje o con la luz.
En la sala del Pabellón proponíamos una “pecera de maquetas” -con más de 100 pequeñas maquetas de trabajo- que creaban sus propios procesos y relaciones. Esta pecera de relaciones se complementaba con maquetas metálicas de mayor tamaño -en donde la materialidad va cobrando protagonismo- y con imágenes de proyectos construidos como la Capilla de Valleacerón o las Bodegas 14 Viñas de Picón.
The Spanish Pavilion at the Venice Biennale granted us the opportunityto exhibit some of the work and ideas about architecture that we had developed in recent years. With the title SPAINLAB, it sought not so much to showcase specific projects or works but to somehow reveal the 'in-house kitchen' of our office,to show our particular world and our way of doing and thinking.
Our intervention comes from a look -a retrospective look- and an analysis of one of our main lines of work as architects: our work around folds developed over the last twelve years, their transformation and their use in architecture, with the specific means of architecture.
This approach enabled us to synthesize the process responsible for the gaining of volume, form and spatiality of a fold as a unitary gesture; the establishment of materiality, scale or tectonics; or the incorporation and overlapping of certain specific variables, such as its relation to landscape or light.
For the pavilion’s room we made a “model fish tank” – containing more than a 100 small work models – that created their own processes and relations. Bigger steel models – in which the nature of the material develops importance – and images of built projects such as the Chapel in Valleaceron or the 14 Viñas Winery in Picón. complemented this fish tank of relations.